sábado, 23 de agosto de 2014

Continuación del tema sobre Cain


Es una lástima que las personas insistan en reducir a Jesús y exaltar a Satanás.

Pretender equiparar a ese ser derrotado con El Dios de la Gloria.  Decir que Dios tiene un archi enemigo es una aberración de las peores. Solo piensen en lo irresponsable y charlatán que sería un padre que, sabiendo que un individuo es violador de niños, lo albergue en una casa donde viven sus niños menores solos. Si ese ser llamado Satanás y Diablo estuvo en el cielo y se reveló contra Dios, entonces sería muy irresponsable ese dios que es capaz de enviar a ese individuo a dañar dos jóvenes inocentes que viven en la condición de niños.

La palabra diablo aparece 33 veces en el Nuevo Testamento, pero no aparece ni una vez en el Viejo Testamento. En cambio, la palabra Satanás aparece 15 veces en el Viejo Testamento y 34 veces en el Nuevo Testamento. No puede aparecer en el Viejo Testamento la palabra diablo. Pues es una palabra que procede del griego; en cambio, la palabra Satanás sí procede del Arameo, por ello aparece en el Viejo Testamento. Pero no aparece para referirse a un individuo que lleva ese nombre, sino a una condición. Lo que significa una y otra palabra es adversario o adversidad. Las palabras Lucifer y Luzbel no aparecen en ninguna parte de la Biblia. Esas son palabras inventadas por los filósofos cristianos; aquellos que inventaron una religión enemiga  de Dios y adversaria de la Biblia. Lucero aparece 3 veces: en Isaías 13:19 para referirse a un momento de castigo y angustias, en que las estrellas y luceros no darán su luz; en Isaías 14:12 para referirse a un rey descendiente de Caín y el sistema que él representa y en 2 Pedro 1:19 para recomendarnos que nos sometamos a la Palabra del Señor para que resplandezca el Lucero de la Mañana. Necesito que alguien me muestre dónde el Diablo es llamado lucero de la mañana; o si caso es el Señor quien es llamado Lucero de la Mañana. Aquel es llamado Lucero Hijo de la Mañana; el Señor es llamado Lucero de la Mañana. Es una imitación. Pero una muy mala imitación.

En ninguna parte de las Escrituras Satanás aparece en el cielo. Si lo que enseñan Isaías catorce y Ezequiel 28 se refirieran a él, entonces nos daríamos cuenta de que los ubica en Edén. Cuando se reunió Jehová con los hijos de Dios, Job 2, aquél día, éste acababa de rodear la tierra, Estaba en la tierra, no en el cielo; cuando aparece peleando con Miguel riñendo por el espíritu de Moisés ocurre aquí en la tierra; cuando aparece acusando a Josué, también estaba en la tierra y, finalmente, cuando aparece ante Jesús, también lo es en la tierra.

Lo que se quiere ocultar en esa historieta tonta, cuentos de viejas, es que no nos demos cuenta de la realidad. Lo que nació en Edén ese día nefasto en que el hombre era vencido por la serpiente, es lo que la Palabra llama el misterio de la iniquidad: solo hay dos misterios que señala la Biblia: el Misterio de la Piedad y el Misterio de la iniquidad. Y cuando Pablo dice: e aquí un misterio, no todos dormiremos, pero todos seremos transformados…

Hay un plan de los descendientes de Caín para dominar al mundo, ellos entienden que les han quitado una serie de cosas que les pertenecían; esas cosas nunca les han pertenecido, solo que las habían arrebatado y el Señor Jesús vino a rescatar y a salvar lo que se había perdido. Leed con calma Ezequiel 28:13 en adelante y veréis a qué se refiere.

Juan 8:44 dice claramente lo que es Caín: “vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”.

El primer homicida de la tierra lo es Caín y es nacido de una mentira: “no moriréis”. Dice  la escritura que doscientos treinta y cinco años después del pecado la gente volvió a invocar el nombre de Dios. Génesis 4 y 5 enseñan que Enós nació 235 años después del pecado y que fue ahí cuando los hombres empezaron a buscar de Dios. Eso indica que Caín, Adán, Eva y toda esa gente permanecieron para siempre enemigos de Dios. Solo Set tenía claro que debía levantar la antorcha de la verdad. Set nació de la verdad, Caín nació de la mentira.

¿cómo es posible que la Biblia menciona la muerte de todos los patriarcas, incluso, con las edades. Pero en ninguna parte aparece la muerte de Caín.

La caída del hombre comienza con una mujer comprometida, que se encuentra solo y viene un ángel a ella y la engaña; la restauración del hombre empieza con una mujer comprometida, que tiene un encuentro con un ángel que le anuncia la restauración del hombre en el hijo que ella tendrá. Esta mujer se sorprende, pues: ¿´como se hará eso, si no conozco marido? Es lo que pregunta. Pero el ángel le dijo la forma en que ocurriría. La caída del hombre empieza en el vientre de una mujer, y la restauración empieza en el vientre de una mujer. ¿por qué es tan fácil al religioso entender que Jesús fue engendrado por el Espíritu; y se le hace tan difícil aceptar que la Varona se embarazó de ese ángel astuto que compartía el Edén con ellos?

Esperen, a partir del martes 4, un estudio minucioso de este tema con todas las citas y reflexiones que son posibles.

Teo Minier
Director de BIBLOCIENCIA

Jesús no fue crucificado un viernes ni resucitó un domingo

¿CÓMO PODEMOS ACOMODAR TRES DÍAS Y TRES NOCHES ENTRE LA TARDE DEL VIERNES Y LA MAÑANA DEL DOMINGO?

Casi dos mil millones de personas que profesan el cristianismo creen que Jesucristo fue crucificado y sepultado en la tarde del Viernes Santo y que volvió a la vida en la alborada del Domingo de Resurrección, es decir, un día y medio más tarde. Pero cuando comparamos esto con lo que Jesús mismo afirmó con respecto al lapso que iba a estar en el sepulcro, nos encontramos con una enorme contradicción. Él dijo: “Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:40). El contexto en el que Jesús pronunció estas palabras es muy importante. Los escribas y fariseos estaban exigiendo una señal milagrosa como prueba de que él era realmente el tan esperado Mesías. “Él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás” (v. 39). Esta fue la única señal que Jesús les daría para corroborar que era el Mesías profetizado: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”.

LA CRONOLOGÍA TRADICIONAL NO TIENE SENTIDO

Los evangelios son muy explícitos al afirmar que Jesús murió y que su cuerpo fue colocado apresuradamente en el sepulcro hacia el final de la tarde, justo antes de la puesta del sol, cuando estaba por comenzar un día santo (Juan 19:30-42). De acuerdo con la cronología tradicional, de la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado hay una noche y un día. Del sábado por la noche hasta el amanecer del domingo hay otra noche, lo que da un total de dos noches y un día. Entonces, ¿de dónde sacamos otra noche y dos días más para completar los tres días y las tres noches que Jesús dijo que estaría en el sepulcro?

Sin duda alguna, esto es un problema serio. La mayoría de los teólogos y eruditos religiosos tratan de justificarse argumentando que cualquier porción de un día o de una noche cuenta como un día o una noche completos. Así, dicen ellos, los minutos finales del viernes equivalen al primer día, todo el día sábado equivale al segundo, y los primeros minutos del domingo equivalen al tercer día. Suena razonable, ¿no le parece? Pero el problema es que simplemente no cuadra. Si tal explicación fuese válida, tendríamos tres días y sólo dos noches. Además, en Juan 20:1 se nos dice que “el primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro”. ¿Capta usted el problema en este punto? Juan nos dice que aún estaba oscuro cuando María fue a la tumba el domingo y la encontró vacía. Antes del amanecer Jesús ya había resucitado. Eso quiere decir que no estuvo en el sepulcro en ningún momento de la parte diurna del domingo, así que éste no puede contarse como parte de los tres días y las tres noches.

Eso nos deja, cuando mucho, con parte del día viernes, toda la noche del viernes, la parte diurna completa del sábado, y la mayor parte de la noche del sábado. Todo ello suma un día entero y parte de otro, más una noche completa y la mayor parte de otra noche. A todo esto aún le falta por lo menos un día y una noche completos si creemos lo que Jesús dijo acerca del tiempo que iba a permanecer en el sepulcro. Es evidente que algo no encaja bien. O Jesús se equivocó al decir el lapso que estaría en el sepulcro, o la cronología tradicional del Viernes Santo y el Domingo de Resurrección está errada por cuanto no concuerda con la Biblia. Obviamente, ambas cronologías no pueden ser ciertas. ¿Cuál de ellas es, entonces, la correcta?

EL TIEMPO SEGÚN DIOS

La fórmula para entender la cronología correcta de la crucifixión y resurrección de Jesucristo se basa en conocer cómo marca Dios el comienzo y el final de los días, y también el calendario de las fiestas bíblicas que coincidieron con estos sucesos. En primer lugar, debemos darnos cuenta de que Dios no comienza ni termina los días a la medianoche, como lo hacemos nosotros. Este es un método de origen humano. En Génesis 1:5 se nos dice claramente que, para Dios, los días empiezan en la tarde y terminan en la siguiente tarde: “Y fue la tarde [la porción nocturna] y la mañana [la porción diurna] un día”. Dios repite esta fórmula en todos los seis días de la creación. En Levítico 23, donde Dios enumera todas sus fiestas santas, especifica que deben observarse “de tarde a tarde” (v. 32), en otras palabras, de puesta de sol a puesta de sol. Por esta razón José de Arimatea y Nicodemo, seguidores de Jesús, se apresuraron a colocar su cuerpo en el sepulcro de José, que quedaba cerca, justo antes de la puesta del sol (Juan 19:39-42). Estaba por comenzar un día santo (v. 31), cuando todo tipo de labor debía suspenderse.

DOS TIPOS DE “DÍAS SANTOS”

Juan nos dice en el versículo 31: “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la Pascua, a fin de que los cuerpos [de los crucificados] no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas [para acelerar la muerte], y fuesen quitados de allí”. En la cultura judía de ese tiempo, las labores de cocina y limpieza del hogar se hacían el día anterior al sábado para así no trabajar en el día de reposo que Dios santificó. Por eso, el día previo al sábado se conocía comúnmente como “el día de preparación”. Resulta evidente que el día en que Jesús fue crucificado y sepultado tuvo que ser la víspera de un día santo. Pero la pregunta es: ¿Qué día santo?

La mayoría de las personas creen que Juan está hablando simplemente del día de reposo semanal, que se observaba desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. Como la afirmación de Juan aquí parece muy clara, la mayoría supone que Jesús murió y fue sepultado un viernes, y de allí se deriva la tradicional creencia de que fue crucificado y murió el “Viernes Santo”. Tal parece que son muy pocos los que entienden que en la Biblia se habla acerca de dos tipos de días santos: primero, el sábado, el séptimo día de cada semana (que no debe confundirse con el domingo, que en realidad es el primer día de la semana); y segundo, los siete días santos anuales que se mencionan en Levítico 23 y en varios otros pasajes bíblicos, los cuales pueden caer en cualquier día de la semana. Debido a que el cristianismo tradicional abandonó hace mucho la celebración de estas fiestas bíblicas anuales (además del sábado semanal), por muchos siglos la gente no ha podido reconocer que los evangelios claramente nos revelan cuándo Jesús fue crucificado y cuándo resucitó. Esto, a su vez, nos permite entender por qué tanto el “Viernes Santo” como el “Domingo de Resurrección” jamás ocurrieron como comúnmente se cree.

El apóstol Juan explícitamente nos dice que el día santo que comenzó a la puesta del sol inmediatamente después de la sepultura de Jesús era uno de estos días santos anuales. Fijémonos en Juan 19:31, donde se menciona que “aquel día de reposo era de gran solemnidad”, expresión que se usaba para diferenciar los siete días santos anuales del día de reposo que ocurría cada sábado. ¿Cuál era, entonces, ese día “de gran solemnidad” que comenzó inmediatamente después de la apresurada sepultura de Jesús? Los evangelios nos dicen que la noche previa a la condena y crucifixión de Jesús, él celebró la Pascua con sus discípulos (Mateo 26:19-20; Marcos 14:16-17; Lucas 22:13-15). Esto significa que fue crucificado en el día mismo de la Pascua.

En Levítico 23, donde se detallan las fiestas de Dios, leemos que el día después de la Pascua comienza un nuevo festival, la Fiesta de los Panes sin Levadura (vv. 5-6). Refiriéndose específicamente a esta fiesta dice: “El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis” (v. 7). Este es el primero de los días santos anuales de Dios. Es el día “de gran solemnidad” al cual se refirió Juan. Varios comentarios, enciclopedias y diccionarios bíblicos hacen notar que aquí Juan se estaba refiriendo a un día santo anual en lugar del día de reposo que ocurre cada sábado. La Pascua comenzó a la puesta del sol y concluyó a la puesta del sol del día siguiente. Jesús comió la cena pascual con sus discípulos y fue arrestado más tarde esa misma noche. Unas horas más tarde, después del amanecer, fue interrogado por Poncio Pilato, crucificado y luego sepultado apresuradamente justo antes de la próxima puesta de sol, cuando terminaba la Pascua y comenzaba el día “de gran solemnidad”, es decir, el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura. En Levítico 23 se especifican el orden y la fecha de estos días, y los evangelios confirman el orden de los acontecimientos a medida que ocurrieron.

CRUCIFICADO UN MIÉRCOLES, NO UN VIERNES

Existen varios programas de computador que nos permiten calcular en cualquier año determinado la fecha de la Pascua y las demás fiestas bíblicas. Estos programas muestran que en el año 31 de nuestra era, año en que murió Jesucristo, la cena pascual se comió el martes en la noche y que la puesta del sol del miércoles marcó el comienzo del día “de gran solemnidad”, el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura. En consecuencia, Jesús murió y fue sepultado un miércoles por la tarde, no un viernes. ¿Es posible encontrar más pruebas de esto en los evangelios? ¡Desde luego que sí!

Examinemos un detalle que rara vez se tiene en cuenta: “Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle” (Marcos 16:1). En esos tiempos, si el cuerpo de un ser querido era colocado en un sepulcro en lugar de ser enterrado, era habitual que los amigos y familiares pusieran especias aromáticas en el sepulcro junto al cadáver para neutralizar las emanaciones de la descomposición del cuerpo. Como el cuerpo de Jesús había sido colocado en el sepulcro justo antes del comienzo de ese día de reposo anual, las mujeres no habían tenido tiempo de comprar especias. Además, no pudieron haberlas comprado durante el día santo, ya que las tiendas estaban cerradas. Por ello, dice Marcos, compraron las especias “cuando pasó el día de reposo”.

Pero observemos otro detalle muy revelador en Lucas 23:55-56: “Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento”. ¿Capta usted el problema? Marcos afirma claramente que las mujeres compraron las especias después del sábado: “cuando pasó el día de reposo”. Lucas nos dice que las mujeres prepararon las especias y aceites fragantes, después de lo cual “descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento”. Por lo tanto, compraron las especias después del día de reposo, y las prepararon antes del día de reposo. Hay una evidente contradicción entre los relatos de ambos evangelios, ¡a menos que se esté hablando de dos días de reposo! De hecho, cuando entendemos que se trata de dos días de reposo distintos, ya no existe ninguna contradicción.

Marcos nos dice que después del día “de gran solemnidad”, es decir el día santo anual que comenzó el miércoles a la puesta del sol y terminó el jueves a la misma hora, las mujeres compraron las especias para ungir el cuerpo de Jesús. Lucas nos dice que entonces ellas prepararon las especias —labor que debió haberse realizado el viernes— y que después“descansaron el día de reposo [el día de reposo semanal, que se guardaba desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado], conforme al mandamiento”. Cuando comparamos los detalles en ambos relatos, claramente podemos observar que se está hablando de dos días santos distintos, separados por un día de trabajo. El primero era un día “de gran solemnidad”: el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura, que cayó en un jueves. El segundo era un día de reposo normal: el sábado, séptimo día de la semana. (En el recuadro adjunto hemos enumerado estos sucesos día por día.)

El texto griego de los evangelios también nos permite ver claramente que en estos relatos se mencionan dos días santos. En Mateo 28:1, donde Mateo escribe que las mujeres fueron al sepulcro “pasado el día de reposo”, la palabra griega que corresponde a la frase “día de reposo” es plural, de manera que una traducción más acertada podría ser “pasados los días de reposo”.

¿CUÁNDO RESUCITÓ JESÚS?

Hemos visto, pues, que Jesucristo fue crucificado y sepultado un miércoles, justo antes del comienzo de un día santo anual, no del día de reposo semanal (el sábado). Siendo así, ¿cuándo resucitó entonces? Como lo explicamos anteriormente, en Juan 20:1 se nos dice que “el primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro”. El sol todavía no había salido —aún era oscuro, nos dice Juan— cuando María encontró el sepulcro vacío. Por lo tanto, es obvio que Jesús no resucitó al despuntar la mañana del domingo. Entonces, ¿cuándo resucitó? La respuesta es muy sencilla si nos limitamos a leer los evangelios —y las palabras del mismo Jesucristo— y simplemente aceptamos lo que nos dicen.

Jesús dijo: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches,así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:40). Él fue sepultado —su cuerpo fue depositado “en el corazón de la tierra”— justo antes de la puesta del sol de un día miércoles. Todo lo que hay que hacer es contar los días. Un día y una noche nos llevan a la puesta del sol del jueves. Otro día y otra noche nos llevan a la puesta del sol del viernes. Y un tercer día y una tercera noche nos llevan a la puesta del sol del sábado.

De acuerdo con las palabras del mismo Jesús, él resucitaría tres días y tres noches después de su sepultura, alrededor de la misma hora, es decir, a la puesta del sol. ¿Concuerda esto con las Escrituras? Sí, porque como leímos, él ya había resucitado y abandonado el sepulcro cuando María llegó el domingo por la mañana, “siendo aún oscuro”. Aun cuando no había nadie en los alrededores para presenciar su resurrección (que se llevó a cabo dentro de un sepulcro custodiado por guardias armados), las propias palabras de Jesús y los detalles registrados en los evangelios comprueban que tuvo que haber ocurrido tres días y tres noches después de ser sepultado, cerca de la puesta del sol, al final del sábado.

Por mucho que se esfuerce uno, es imposible contar tres días y tres noches entre una sepultura el viernes por la tarde y una resurrección el domingo por la mañana. Por inverosímil que pueda parecer, la tradición del Viernes Santo y del Domingo de Resurrección no se basa en el testimonio de las Sagradas Escrituras ni concuerda con los hechos verdaderos. Sin embargo, cuando examinamos todos los detalles registrados en los evangelios y los comparamos con las palabras de Jesús mismo, podemos ver la verdad, y todo encaja a la perfección. Las palabras del ángel, que tanto asombraron a las mujeres en el sepulcro vacío, fueron absolutamente ciertas: “No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo” (Mateo 28:5-6).

No se aferre a tradiciones e ideas religiosas que no se basan en el testimonio de las Escrituras. Asegúrese de que sus propias creencias y prácticas estén firmemente enraizadas en las enseñanzas de la Biblia. ¿Está usted dispuesto a comprometerse a adorar a Dios conforme a la verdad bíblica y no de acuerdo con las tradiciones humanas?.

Este artículo fue tomado de las publicaciones de la Iglesia de Dios Unida, 2014.
Subido por Héctor Rafael Peralta
biblociencia@gmail.com


viernes, 22 de agosto de 2014

¿Sabía usted que Cain no era hijo de Adán?


Nota del Director de Biblociencia 

Todo el que escriba en este blog debe saber que su director se reserva el derecho de corregir las cosas encima de ellas, es la mejor manera. No estamos para avergonzar o dañar a nadie, sino, al contrario, para que todos crezcamos juntos, hasta llegar a la estatura que Dios espera de nosotros los bípedos parlantes, humanoides llenos de maldad e ignorancia.

Hermano

Teo Minier

sergiotminier@hotmail.com


SABÍA USTED QUE CAIN NO ERA HIJO DE ADÁN?

La Biblia nos dice en 2 Corintios que Eva fue engañada por la serpiente. ¿Pero acaso podría Eva tener relaciones sexuales con una serpiente? ¡Sí! La serpiente no era como muchos piensan. Muchos piensan que la serpiente era una culebra de las que conocemos hoy en día. Pero la serpiente no era como las serpientes que conocemos. Las serpientes que ahora conocemos son así porque Dios la maldijo. 

Nunca se ha tratado de una serpiente real; se trata de un ángel que era muy astuto y por la forma en que se introdujo a la mujer se le llamó de esa manera. Las serpientes son escurridizas y pacientes. El éxito de ellas reside en la paciencia que tienen para alcanzar las cosas y para entrar en un lugar y el tiempo que pueden permanecer sin comer y detrás de una presa. Son todas esas características las que llevaron al Ángel de Dios a llamarle serpiente a ese ser que copuló con la Varona.

No hay manera de demostrar que una serpiente pudiera andar erguida. Las mismas condiciones fisiológicas de ella se lo impiden. La maldición de Dios a la serpiente se parece mucho a la condición que vive el hombre negro del África profundo.

1-“maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo”:

Maldecir no es más que quitarle la gloria, la heredad y el honor a alguien; es lo mismo que ocurrió con Canaán, el nieto de Noé; Noé lo maldijo. ¿en qué consistió esa maldición? Oh, pues que lo hizo esclavo de sus hermanos. Noé bendijo a Sem y a Jafet. ¿cómo los bendijo? Les dio toda su heredad. Solo puede maldecir tu padre al quitarte la herencia o un señor a su esclavo mandándolo a los lugares más bajos.

Él sentenció a que ese ser viviría entre las bestias y entre los animales del campo. Al decir: maldita serás entre; es como si dijera: te confino a vivir entre.

Pero sigamos viendo: “sobre tu pecho andarás y polvo comerás todos los días de tu vida”. Las serpientes no comen polvo. Y tampoco tienen pecho. El único ser con pecho y entendimiento en esta tierra que se arrastra por el suelo y que come polvo es el hombre negro de África que debe hacer galletas de tierra y ponerles aceite y están muriendo de hambre y sequía. Ninguna culebra o serpiente vive en esas condiciones. Las culebras y serpientes comen carne. La serpiente sigue siendo astuta y sabia. Tiene una inteligencia enorme, es lo que la hace paciente y astuta.

Antes de que Dios la maldijese la serpiente era mucho muy diferente a como es ahora. Antes de que Dios maldijese a la serpiente, el era un ser erecto, que podía caminar. Después de que Dios la maldijo fue cuando ese ser empezó a arrastrase en el piso. Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tú vida,Génesis 3:1¡Entonces, quiere decir que la serpiente antes no andaba sobre su pecho, y antes no comía polvo  hasta que Dios le dio esta maldición! ¡También notamos de que antes de que Dios maldijese a la serpiente ella era la más inteligente y astuta de todos los animales que Dios había hecho! 

Antes de que Dios maldijese a la serpiente ella podía hablar y conversar con Eva: Pero la serpiente era astuta, mas que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?  Génesis 3:1 Note, que Eva no se le hizo extraño de que la serpiente pudiera hablar. ¡Al contrario, ella sabía de que la serpiente tenía esa facultad del hablar, y siguió conversando con ella porque era algo normal! Tan grande fue el pecado de la serpiente que causo que Dios cambiara su forma física. ¡Le quito los pies, le quito su estructura y le quito su capacidad de hablar! Vemos claramente de que la serpiente antes no era como lo es ahora. ¡Dios la cambio totalmente! 

Eso de los pies y del habla de la culebra es una farsa, eso es improbable. Se está refiriendo a un ángel, a un ser que se parece a nosotros los humanos. Es que ese ángel permanecía cerca del hombre y fue creado para estar cerca del hombre. Por eso le llama querubín grande, protector y le dice: en Edén estuviste. Nunca estuvo en el cielo. El dragón,  la serpiente antigua, el diablo y Satanás no son una culebra o un solo ser; son toda una genealogía nacida del pecado cometido por La Varona y La Serpiente.

¡Además, la serpiente era el animal que era más cercano al ser humano porque fue uno de los últimos que Dios creó antes de crear al ser humano! Cuando Dios creó a los animales el empezó a crearlos poco a poquito de acuerdo a su inteligencia hasta llegar al hombre. Primero Dios creó a los animales de las aguas, como los peses, y luego creo a los animales del aire como los pájaros. Estos no tenían mucha inteligencia.

Estas son conjeturas y cuentos de viejas.  

Después Dios creó a las bestias, las serpientes y los animales de la tierra. Estos tenían más inteligencia. Y por fin creó al hombre. ¡Este era la obra maestra de Dios! ¡Entonces la serpiente fue creada un poquito antes de que el hombre fuera creado! Y Génesis 3:1 dice que la serpiente era la más inteligente de todos los animales. Eso me da a entender que no había otro animal que fuera tan inteligente como la serpiente. ¡Y el más cercano al ser humano! ¡La serpiente era tan similar al ser humano que su sangre podía mezclarse con la del ser humano! ¡Eran tan similares y tan parecidos de tal manera que la serpiente pudo seducir a Eva y tener relaciones sexuales con ella! ¡Y al hacer esto ella cometió adulterio! 

ADULTERIO

¡El verdadero pecado que cometió Eva fue adulterio! Esto parece ser una locura para muchos. Pero la Biblia nos muestra muchas pruebas de esto. 

1.¡Lo primero que Adán y Eva hicieron después de pecar fue cubrirse sus órganos sexuales! ...Y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Génesis 3:17 ¡Note usted que Adán y Eva se cubrieron las partes de su cuerpo donde ellos habían pecado!  ¡No se cubrieron sus bocas!  ¡No se cubrieron sus manos! ¡Pero se cubrieron sus órganos sexuales con los delantales! Cuando yo estaba pequeño y decía algo que no debería de decir, yo me cubría la boca automáticamente. O si oía algo que no debería de oír, yo me cubría mis oídos. ¡De la misma manera, Adán y Eva hicieron algo mal con sus órganos sexuales, por lo tanto ellos se cubrieron sus órganos sexuales! 

2.La serpiente dejo una simiente (un hijo). Dios le dijo a la serpiente esto: Y pondré enemistad, entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; Génesis 3:15 ¡Quiere decir que la serpiente había producido una simiente, o un hijo! Después hablaremos más de esto. 

3.¡Dios castigo a la mujer en las partes de su cuerpo donde ella peco! A la mujer dijo: Multiplicare en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido Génesis 3:16 Note que Dios no castigo a Eva en su boca o en sus manos. ¡La castigo donde ella había pecado! ¡En su vientre!

 Dios siempre lo ha hecho de esta manera. ¡El estableció en la Biblia que la persona que pecara fuera castigada en el lugar donde pecaron! Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, 24. ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25. quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe. 26. Si alguno hiriere el ojo de su siervo, o el ojo de su sierva, y lo dañare, le dará libertad por razón de su ojo. Éxodo 21:23. Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Apocalipsis 13:10 ¡Entonces vemos que el pecado tuvo que haber ocurrido en el vientre de Eva, para que allí la castigara Dios! 

Es cierto, el ser humano acostumbra a esconder el órgano utilizado para cometer un delito y cuando es castigado recibe el castigo en el órgano utilizado para ello.

1-pondré enemistad entre ti y la mujer: eran amigos y relacionados.

2-entre tu simiente y la simiente suya: cada uno tenía una descendencia

3-aumentaré en gran manera los dolores de tus preñeces: no se multiplica lo que no existe, ya la mujer había tenido preñeces.

4- con dolor darás a luz los hijos: ya había parido, pero sin dolor.

5-tu deseo será para tu marido: si no hubiera adulterado, no habría que decirle tu deseo será para tu marido; deseó a otro.

6-él se enseñoreará de ti: como ya no es confiable, entonces el hombre será su dueño.

Al hombre no impuso ningún castigo; solo maldijo la tierra por él. Como éste era el príncipe de la tierra y ha caído ante el adversario, entonces todo pasó al enemigo. Pedro dice: “si alguno es vencido por alguien se hace esclavo del que lo venció”.

El mundo pasó a estar por debajo del maligno. Siendo de esa manera, entonces las cosas pasaron al príncipe; príncipe no es más que principal, primero. Era Adán el príncipe; ahora lo es Caín, el primogénito de la serpiente.

4.Adán le tuvo que cambiar el nombre de su mujer a Eva. Y llamo Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.Génesis 3:20 Antes de que "Eva" se llamara Eva, ella se llamaba Varona. Así le nombro Adán cuando ella fue creada: Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.Génesis 2:23 Antes de que el pecado ocurriera, Eva se llamaba Varona. ¡Pero Adán cambio su nombre!

 ¿Porque le tuvo que cambiar el nombre Adán a Eva? ¡Porque ahora ella ya era una madre!

 ¡YA ERA UNA MADRE! ¡EVA ERA UNA MADRE!

 ¡Por cuanto Eva había concebido, ella ya era una madre!¡Estas y muchas más escrituras muestran claramente de que el pecado que Eva cometió fue adulterio! ¡Ella tuvo relaciones con la serpiente y fue infiel a su marido! ¡Eva no solamente tuvo relaciones, sino que quedo embarazada! ¡Estaba embaraza con el hijo de la serpiente! 

Ella era madre de todos los vivientes. Adán le está diciendo: tú eres la madre de todos, pero yo no soy el padre de todos los vivientes. Claramente está rechazando que Caín fuera algo suyo.

Cuando nació Set, la Biblia dice que éste era conforme a la imagen y semejanza de su padre. Esto lo dice, pues, porque Caín no se parecía a Adán.

CAIN¡ Caín fue el hijo que Eva tuvo cuando quedo embarazada por la serpiente! Esto les parecería algo extraño para mucha gente. Pero la Biblia nos prueba sin duda alguna de que Caín no fue hijo de Adán. 1. La Biblia dice que Caín fue hijo del maligno. No como Caín, que era del maligno y mato a su hermano.... 1 Juan 3:12   2. Caín no tenía la misma naturaleza que Adán. 1. Caín fue el primer homicida. 2. Caín fue el primer mentiroso. 3. Caín fue el primer mujeriego. Sin duda alguna Caín no tenía la misma naturaleza que tenia Adán. Ni tampoco tenía la misma naturaleza que tenia Abel o Set. El no se parecía en nada a Adán o a los otros hijos de Adán, porque él no fue hijo de Adán.

3. Caín no aparece en ninguna genealogía de la Biblia como hijo de Adán. 1. Adán, Set, Enós, 2. Cainán, Mahalaleel, Jared, 3. Enoc, Matusalén, Lamec, 4. Noé,...1 Crónicas 1:1 ¡Aquí no aparece Caín!  Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. 2. Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados. 3. Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. 4. Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. 5. Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió. 6. Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós. 7. Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. 8. Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió. 

Génesis 5:1-8

¡Aquí tampoco aparece Caín! Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí, 24. hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José, 25. hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahum, hijo de Esli, hijo de Nagai, 26. hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá, 27. hijo de Joana, hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri, 28. hijo de Melqui, hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er, 29. hijo de Josué, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Matat, 30. hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim, 31. hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán, 32. hijo de David, hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salmón, hijo de Naasón, 33. hijo de Aminadab, hijo de Aram, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá, 34. hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré, hijo de Nacor, 35. hijo de Serug, hijo de Ragau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sala, 36. hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lamec, 37. hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán, 38. hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios. Lucas 3:23¡Aquí menos! Claramente podemos ver que si Caín fuese el hijo de Adán el tendría que ser su primogénito. ¡Y el tendría que aparecer en la genealogía de Adán! Pero el no aparece en ningún lado como hijo de Adán porque él no era su hijo! 


CAIN ERA HIJO DE LA SERPIENTE¡

La razón por la cual Caín tenía una naturaleza y una personalidad mala es porque el tenia la naturaleza de su padre la serpiente! Caín había nacido de fornicación. Los fariseos, en el tiempo de Jesús sabían esto. ¡Por eso se ofendieron cuando Jesús los estaba comparando a Caín! Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. 38. Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre. 39. Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais. 40. Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. 41. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. 42. Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. 43. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 44. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. 45. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. Juan 8:37 ¡Note como Jesús dice que ellos son como Caín (el padre de mentira) que mato a su hermano así como ellos lo querían matar a él!  ¿Pero cuál fue la respuesta que le dieron los fariseos? "¡Nosotros no somos nacidos de fornicación!" ¡Ellos sabían que los estaba comparando con Caín y que el había nacido de fornicación! ¿Si ellos lo sabían, no será tiempo que nosotros también nos demos cuenta? 

PREGUNTAS Al escuchar un tema como este, mucha gente tiene muchas preguntas. Una de las preguntas más comunes que escucho es,"¿Por qué Génesis 4 dice que Adán conoció a su mujer y luego ella dio a luz a Caín y Abel?". La respuesta es sencilla. ¡Note que Adán solo conoció a su mujer una vez, pero ella tuvo dos hijos! La razón que Caín vino primero fue porque Eva ya había tenido relaciones con la serpiente antes de tener relaciones con su marido. Cuando Adán conoció a su mujer, ella concibió a Abel. Pero Caín vino de la fornicación entre ella y la serpiente. 

La mujer se embarazó del ángel y de Adán a la vez. Caín y Abel son mellizos, pero de padres diferentes.

El día que ellos presentaron ofrenda a Jehová, hay una sola causa por la que no agradó. No es como dicen los religiosos. Caín trajo de lo mejor del campo y Abel de lo más gordo. Pero no le agradó Caín y la ofrenda suya; y le agradó Abel y la ofrenda suya.
                          
¿Queréis saber quién es el diablo?

El Diablo es Caín, el hijo de la Serpiente y Eva. Caín nunca murió. Es eterno, hijo de un ángel eterno y la mujer aún no había perdido la eternidad.

Cuando Jesús se manifestó como mesías, su primer encuentro fue con el príncipe de la tierra; Jesús vino a salvar y a rescatar lo que se había perdido. Todo lo que le fue arrebatado a Adán, Jesús vino a reconquistarlo y lo logró.


Espero que nuestro Señor Jesucristo les de entendimiento


Fuentehttp://www.subeaca.com/Temas/Simientes/Simientes-UnResumen.aspx



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Hermano Teo Minier